Algo pendiente

Algo pendiente

Yo habría necesitado un poco de aliento, un poco de amabilidad,
un poco de dejar-abierto mi camino; en lugar de eso tú me lo cerraste,
con la buena intención, indudablemente, de que fuese por otro camino.
Franz Kafka
“Carta al Padre”

Principalmente ligado a la pintura, el trabajo de Alejandra Rojas Contreras ha venido explorando distintas vías para hacer coexistir fragmentos pictóricos en un recurrente ejercicio de ruptura y re-composición. Composición fluvial (2014), Es tu cielo azulado (2013), Something in the air (2012), entre otras obras, son el reflejo de un acto recurrente en la artista: fraccionar una imagen y trabajar a partir de las partes que corresponden a un total revelado en su dibujo y color.

Su íntima relación con el mosaico y específicamente con el trabajo de Antoni Gaudí, a quien dedicó buena parte de su tiempo en una investigación realizada en Londres y Barcelona entre el 2011-2013, es una gran demostración de su interés por la disposición y la construcción pictórica a partir de pequeños o grandes elementos.

Reconociendo en su trayectoria esta recurrente inclinación, sumada a la de investigar posibilidades de la abstracción a través del color, Algo pendiente constituye más bien un acento biográfico. Desmarcada de los recurrentes verdes y azules presentes en la mayoría de las obras de la artista, en las cuales hay una ausencia de la figura humana y una atmósfera etérea que alude un paisaje externo, esta muestra reúne seis imágenes que conforman un paisaje interior prorrogado en una relación de desamparo con su padre y una búsqueda exhaustiva por reconstruir su memoria y con ello su vínculo hacia él.

A partir del traspaso y la intervención de las fotografías de su padre fallecido sobre papel, la artista deja entrever distintas veladuras o capas delgadas de color en un inocente intento por intervenir una imagen fija y hacerla permeable. Reflexionar acerca de la carencia paterna significaría entonces levantar la imagen del padre y permitirse tener una autoría sobre él con el objetivo de alterar todo aquello que en vida fue improbable.

Esta exposición es la primera estación de una itinerancia que contempla tres paradas más. Del Instituto Italiano de Cultura – y en formato de pintura postal- se desplazará al Hospital San José, luego Concón y finalmente la obra viajará a Pistoia, Italia. Considerando el lazo familiar de la artista con estos lugares (respectivamente; el lugar de muerte del padre, casa de veraneo de la infancia y el nexo con su familia paterna nacida en Pistoia), la muestra hará un recorrido al pasado, en un proceso de reparar un estado emocional fragmentado, enfrentando la intranquilidad de mantener algo inconcluso. Lejos de pretender reprochar y condenar lo que un hijo/a considera como insuficiencia afectiva, estas obras buscan un propio camino, o tal como dice Kafka “dejar-abierto mi camino”, como una nueva herramienta para permitirse especular sobre un futuro mejor.


Ximena Moreno Maira
Julio 2015